Mudanza II
Después de 5 meses pagando el alquiler de mi habitación yo sola, a tan solo un mes de poder mudarme, mi landlor me dio el notice. Tenía 15 días para encontrar una habitación BBB (buena, bonita, barata).
Económicamente estaba mal. No es fácil vivir cuando más de la mitad de tu sueldo se te va en pagar el alquiler. El problema es que en este de Londres las casas son horribles, malas y caras. Esto último es debido a que está en zona universitaria, con buenísima conexión al centro y a que en septiembre vuelven mil millones de personas de vacaciones que buscan casa.
Os resumo mis días: me levantaba, iba al trabajo, iba andando a ver casas, volvía andando a casa, buscaba habitaciones por internet, cenaba y me acostaba. Y al día siguiente otra vez. Y así durante 10 días.
De entre toda la morralla que había visto hasta ahora, hubo una habitación que no me disgustó y la casa tampoco estaba mal. Al día siguiente de haberla visto decidí que iba a quedarme esa y escribí al agente para transferirle el dinero de la señal y las semanas que tenía que pagar por adelantado. Me la quitaron.
Así que vuelta a empezar. Os juro que estaba absolutamente desesperada. Me iba a volver a Madrid porque no encontraba nada decente y se me acababa el tiempo para encontrar dónde vivir. Me acostaba llorando cada día, me levantaba llorando y solo pensaba en volver a casa aunque sabía que a largo plazo me iba a arrepentir.
Entre tanta mala noticia, gracias a la vida, una noche me llamó un amigo diciéndome que en su casa se quedaba una habitación libre. Así que no me lo pensé mucho y allí que me fui.
Necesité dos uber y tres amigos para hacer toda la mudanza. No puedo cerrar las puertas del armarios y los cajones rebosan ropa, pero la casa está genial.
Otra batalla ganada.
Económicamente estaba mal. No es fácil vivir cuando más de la mitad de tu sueldo se te va en pagar el alquiler. El problema es que en este de Londres las casas son horribles, malas y caras. Esto último es debido a que está en zona universitaria, con buenísima conexión al centro y a que en septiembre vuelven mil millones de personas de vacaciones que buscan casa.
Os resumo mis días: me levantaba, iba al trabajo, iba andando a ver casas, volvía andando a casa, buscaba habitaciones por internet, cenaba y me acostaba. Y al día siguiente otra vez. Y así durante 10 días.
De entre toda la morralla que había visto hasta ahora, hubo una habitación que no me disgustó y la casa tampoco estaba mal. Al día siguiente de haberla visto decidí que iba a quedarme esa y escribí al agente para transferirle el dinero de la señal y las semanas que tenía que pagar por adelantado. Me la quitaron.
Así que vuelta a empezar. Os juro que estaba absolutamente desesperada. Me iba a volver a Madrid porque no encontraba nada decente y se me acababa el tiempo para encontrar dónde vivir. Me acostaba llorando cada día, me levantaba llorando y solo pensaba en volver a casa aunque sabía que a largo plazo me iba a arrepentir.
Entre tanta mala noticia, gracias a la vida, una noche me llamó un amigo diciéndome que en su casa se quedaba una habitación libre. Así que no me lo pensé mucho y allí que me fui.
Necesité dos uber y tres amigos para hacer toda la mudanza. No puedo cerrar las puertas del armarios y los cajones rebosan ropa, pero la casa está genial.
Otra batalla ganada.
No hay comentarios: